lunes, 6 de noviembre de 2017

El juego FANTASMA BLITZ en los colegios y actividades deportivas.



PROYECTO ENSEÑANDO A JUGAR, APRENDER JUGANDO. Justi González.
COMO UTILIZAMOS EL JUEGO FANTASMA BLITZ EN LOS COLEGIOS Y ACTIVIDADES DEPORTIVAS.
El juego de el Fantasma Blitz es un divertido juego de cartas con las imágenes de unos objetos que tenemos también en figuras de madera. Las figuras de madera se ponen en círculo en la mesa y se saca una carta, según el dibujo que aparezca se cogerá rápidamente el objeto que sea completamente igual en color y forma ( y este caso siempre tiene preferencia ) o en su defecto, el objeto que no aparezca ni la forma ni en color. El primero en acertar, se llevará la carta. Una vez que se elige un objeto, ya no se podrá cambiar de objeto, y si este no fuera el correcto, se devolvería una carta ganada al mazo de descarte.

JUEGO EN LAS AULAS
El juego nos permite jugar con tantos alumnos como puedan ponerse alrededor de la mesa.
Al trabajar la atención se podría incluir como herramienta en cualquier asignatura, pero yo, aunque no haya ni números ni operaciones el juego, donde mejor iría es en una clase de matemáticas. Con el juego trabajamos la deducción, en los problemas matemáticos tenemos que resolver un problema y como llegar a la solución, que paso hemos de seguir. También en esa resolución, podemos deducir que algo hemos hecho mal, ya que la cantidad obtenida sea muy alta o demás de baja, a estos pensamientos llegamos cuando tenemos desarrollada la capacidad de deducción, capacidad que se estimula y desarrolla con este juego.





QUE TRABAJAMOS PRINCIPALMENTE

Atención, observación, concentración, deducción, reacción, control inhibitorio, agilidad visual, pensamiento lógico, entendimiento y respeto de reglas, afrontar logros y frustraciones, mantiene la mente activa, capacidad de aprender...
Este juego está recomendado a partir de 8 años, aunque hay niños que juegan perfectamente desde los 6. Es un juego principalmente de deducción y cada niño sigue su propio proceso madurativo que es adquirido de forma natural y cada uno a su ritmo, pero podemos estimularlo. Al ser un juego que dependiendo de la carta tendríamos que elegir entre seguir un criterio u otro, nos hace estimular y trabajar con partes del cerebro que de forma normal no se utiliza. Por ello es, que los no tan niños, que ya tienen adquirida la capacidad de deducción, nos encontramos que les cuesta llegar a la carta acertada, y ello sin contar la presión de tener que dar con la solución acertada lo más rápidamente posible. Lo bueno es que lo divertido de este juego es la confusión, el coger un objeto y darte cuenta unas décimas de segundo después cual era el correcto. Los niños se corrigen y explican cual es el correcto, se enseñan, aprenden y corrigen entre ellos. Cada jugador tiende a ser más ágil o tener mas facilidad para encontrar el objeto correcto, unos cuando hay que buscar el igual, y otros cuando se trata de encontrar el objeto diferente. Una vez que todos los jugadores han comprendido la dinámica del juego, se pueden mezclar edades, y nos sorprenderá ver como ganan los más pequeños. Cuando un niño juega, pues eso, está jugando con todos los sentidos. Cuando un mayor juega, esta jugando pero otra parte de su cabeza a la vez puede estar gestionando lo que tiene que hacer en una hora o al día siguiente. Yo a eso digo jugar o no con la cabeza limpia o con ventaja. Genial para niños de la misma edad, ideal para jugar con los padres o abuelos, ( con ello quiero me refiero ha que haya mucha diferencia de edad), el ganar es la recompensa, porque en si todos están esforzándose, trabajando la cabeza.
Con niños de 5 años podemos empezar a trabajar la atención separando las cartas y dejando aquellas en las que está el objeto completamente igual en forma y color e ir poco a poco introduciendo con el tiempo cartas en las que habría que seleccionar el objeto diferente en forma y color, con lo que es un juego familiar, para todas las edades. Una vez que se domina, se ganará en rapidez, pero aún así la cabeza nos jugará malas pasadas, unas veces se bloqueará y otras nos hará coger la carta errónea, y eso es lo que hace divertido al juego.
Me parece un juego buenísimo para estimular y trabajar la cabeza, altamente divertido, muy sencillo, imprescindible no solo en colegios, también en casa y en aquellos lugares donde se trabaje con las capacidades cognitivas. Juego que sorprende mucho, no te deja indiferente y enormemente divertido.





Si os animáis a hacer fotos de los objetos en tamaño grande (24x30), podeís además utilizarlo en la asignatura de educación física o en otras actividades deportivas. Tenéis que aseguraros primero que todos los participantes entienden el juego de forma normal. Se colocan las fotos separadas por la pared o alrededor de la estancia que nos encontremos. Se hacen tantas filas de los participantes como consideremos. El primero de cada fila pondrá la puntera del pie con el que va a enseñar la carta, y una vez crean que saben cual es el objeto correcto, tendremos que correr hacía donde esté colocada la foto de ese objeto. Ello entraña más dificultad, ya que no tenemos los objetos delante como en el juego pero ello lo hace mucho más divertido. Esta variante la recomiendo utilizar en los colegios, extraescolares, actividades deportivas, eventos, fiestas de cumpleaños de todas las edades... infinitamente divertido y al utilizarlo de esta forma se puede jugar con grupos grandes.

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